El blog de Mister Cook
Recetas a cámara lenta
En un momento en el que todo va muy deprisa y no hay tiempo para nada se impone una tendencia culinaria que va claramente a contracorriente: el slow cooking.
Naxon vendió su negocio a otra empresa en 1971, que decidió relanzar el cacharro bajo el nombre con el que se le conoce en buena parte del mundo anglosajón: Crockpot. El poco trabajo que requiere cocinar con él lo convirtió en un éxito, y hoy es un electrodoméstico muy común en países como Estados Unidos. Muchas otras marcas lo fabrican, bajo el apelativo de slow cooker. En España cuenta con un reducido, pero creciente número de seguidores, que no cejan en alabar sus virtudes y compartir sus hallazgos en grupos de Facebook como Crockpotizados.
"En estas ollas usas piezas de carne de segunda y las conviertes en bocados tiernos que prácticamente se deshacen en la boca", asegura Marta Miranda, editora de la web Crockpotting, consagrada al culto de este aparato. "Las legumbres salen mantecosas y enteras, y se potencian los sabores de los sacramentos. Y puedes cocinar sin apenas estar pendiente del guiso, con la seguridad de que de allí va a salir algo bueno". "Lo mejor es que no requiere precisión", añade Mar Calpena, periodista gastronómica y propietaria de una olla para cocinar lento. "Es perfecta para preparar guisos sin receta, guiándote un poco por la intuición, porque salvo que seas muy desastre no la vas a liar".
La cocción a cámara superlenta no se limita a guisos y potajes. "Lo último que he estado probando son compotas, membrillo y mermelada, y también cebolla confitada en ella. Igual me detiene la policía de la Crockpot por decir esto, pero yo la preparo dejando la tapa entreabierta y durante casi veinticuatro horas", afirma Calpena.
Marta Miranda cuenta que en Estados Unidos hay una gran comunidad de aficionados a cocinar con este instrumento que hace hasta velas, plastilina y ambientadores naturales. Y de comer, todo aquello que vaya al baño María (flanes, budines, pasteles de pescado), chocolate a la taza, hortalizas asadas, verduras confitadas o curris. "Hasta puedes darte el gusto de preparar un consomé en casa como lo hacen en los restaurantes, con sus 24 horas de cocción controlada".
Fuente:Gastronomía en EL PAÍS