El blog de Mister Cook

Cuando decidimos llevar a cabo una dieta, debemos saber que nuestro estado de ánimo puede repercutir en esta. Tener un buen o mal día hace que nuestra manera de comer sea una u otra.

En ocasiones, nuestra rutina es muy ajetreada y las prisas por hacer las cosas hace que no dediquemos el tiempo suficiente para comer.

Artiem Fresh People propone una serie de trucos que se basan más en la forma de comer qué en los alimentos que se ingieren.

1. Comer no debe ser una actividad automatizada y mecánica. Para evitar ese concepto erróneo, trata de recordar dónde estás y lo que vas a hacer.
2. Si prestas atención al plato que tienes delante, podrás disfrutar más de los sabores y de los diferentes matices. Puedes incluso descubrir sensaciones nuevas.
3. Trata de dar el espacio necesario a cada alimento. Así pues, no introduzcas más alimento en tu boca si todavía no has ingerido el de la primera pinchada.
4. Si comemos rápidamente, dejamos apartados matices importantes que podemos extraer del olor que desprende cada alimento. Para darte cuenta de esto, prueba a taparte la nariz cuando vayas a comer. Verás que las sensaciones son totalmente diferentes.
5. Cada vez es más importante la presentación de los platos. De modo que, antes de coger los cubiertos, podemos dedicar unos segundos a analizar la composición del plato.
6. Para notarnos saciados después de comer, debemos hacerlo despacio y masticando cuanto más  mejor.
7. ¿Sabes qué es lo mejor de una  buena comida? El poder compartirla. Es aconsejable, siempre que se pueda, hacerlo con amigos, familiares e incluso con compañeros de trabajo.
8. La hora de comer debe ser un tiempo de evasión. Por lo que bloquear el móvil y guardarlo en el bolsillo es la mejor elección. Evita distracciones y disfruta durante esos minutos.

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