El blog de Mister Cook
Si los libros se comieran…
Una diseñadora convierte en menú gastronómico grandes clásicos de la literatura. De 'Moby Dick' a 'Miedo y asco en Las Vegas'.
"Leer y comer van de la mano. Usamos la misma expresión, apetito voraz, para los platos que para la literatura". De esta premisa ha partido la directora de arte Dinah Fried, dueña de su propio estudio de diseño en Nueva York, para publicar la obra Fictitious Dishes (HarperCollins), donde El guardián entre el centeno es un sándwich de queso con batido de chocolate, La metamorfosis, de Kafka, un puñado de comida en proceso de descomposición, y Matar un ruiseñor, pollo al horno con uvas y verdura. En efecto, el libro emprende la noble tarea de traducir a menú gastronómico grandes clásicos de la literatura. Moby dick, Miedo y asco en Las Vegas o El gran Gatsby (sobre estas líneas) son algunas de los libros recreados en las cincuenta fotografías que componen el volumen. ¿Quién no ha imaginado cómo sería ofrecer un plato de gachas a un indefenso Oliver Twist? He aquí un ejemplo del colorido trabajo de Dinah Fried. Feliz día internacional del libro.
- Moby Dick (Herman Melville, 1851).
Una frase en la memoria: "No está en ningún mapa. Los lugares verdaderos nunca lo están".
- El guardián entre el centeno (J.D. Salinger, 1951)
Una frase en la memoria: "Si yo fuera pianista, tocaría dentro de un maldito armario".
Fuente: El País